Con las firmas del Alejandro Soto, presidente del Congreso, y de Waldemar Cerrón, segundo vicepresidente del Parlamento, se aprobó sin tener en cuentas las reconsideraciones planteadas por otros legisladores, la modificación a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre.
El proyecto de ley había recibido pedidos de reconsideración de las parlamentarias Susel Paredes y Ruth Luque, sin embargo, a pedido del legislador de Acción Popular Edwin Martínez se continuó el trámite para la publicación de la norma. Ambos pedidos de reconsideración de Paredes y Luque se encuentran en trámite, con lo que ya habría una irregularidad en la aprobación de la ley por insistencia desde el Congreso.
Son dos artículos los que se modifican y amenazan con la deforestación de la Amazonía: el 29 y el 33. El primero referido a los bosques de producción permanente, señala que ahora la zonificación la fija el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riesgo, a propuesta del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Como se puede ver anteriormente era primordial la participación del Ministerio del Ambiente, ahora excluido de la ley.
La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental alertó que la ley promueve y legaliza la deforestación y degradación de los bosques, y pone en riesgo los medios de vida de las familias agricultoras en la Amazonía. Y vulnera los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.